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viernes, 20 de mayo de 2016

La vie est una comedie

Flashback:

Te has dado cuenta de que te equivocaste de destino.
Escribes, escribes, escribes.
Te has alejado de todo cuanto te rodea, incluso de lo que más amas.
Escribes y reflexionas.
Decides abrazar a la soledad. Soledad, que tanto inspira.
Escribes y haces cosas.
Momentos de productividad y movimiento acompañado de Soledad.
Con su sabor amargo...

Y escribes...

¡De puta madre!Tenía Tengo una app (aplicación, vamos) en mi cacharro inservible móvil de marca blanca de los chinos que sirve para escribir. Y para de contar.
Entre otras "habilidades", esta aplicación - la palabra app me suena a escupitajo entrecortado (si esto tuviera notas al pie, sería tan feliz) -, la aplicación, en definitiva, a parte de permitirte, como decíamos, escribir, tenía la habilidad de almacenar todo lo escrito de manera que no se borrara nada. Todo estaría ahí, en tu móvil, esperándote

Esperándote.

Esperas a la guagua, pensando. Y subes a la guagua, pensando en el sábado. "Micro abierto en el Café dEspacio", piensas. Vives en el presente pensando en el futuro como si vida y pensamiento se fundieran en uno. Vives en diferido, en una situación aún no presente. 

Una situación pendiente.

Y al sentarte, tu móvil besa el suelo. La caída tiene un sonido como de flashback.

<<¡Mierda!>>.

1ª reacción: miras al móvil, en el suelo, con su pantalla sonriéndote mediante una brecha en la mitad. 
2ª reacción: sonríes. Simplemente sonríes. La vida te ha enseñado que es mejor así. Miras a tu alrededor. A todo el mundo se la suda. Te encanta. Cada vez que me subo a una guagua, pienso en todas las vidas que me rodean y... ¿pensarán en todas las vidas que les rodean?
3ª reacción: coges el móvil, lo palpas, lo tocas. Nada. No reacciona...

¿Que cómo reaccioné cuando vi que el móvil no lo hacía? - quizá no te preguntabas eso, pero como lo acabas de leer, ahora sí que lo haces.

Me reí del hecho de que esa aplicación guardara todos los textos en el móvil.
En el móvil, inaccesible, sonriente, con una brecha fea en la pantalla. En el móvil, con la pantalla despegada.
En el móvil, de los chinos, y ya sin garantía.

Efímero: mis textos inéditos de la vida; frases y anécdotas que escupiría en un monólogo; ideas para convertir en otras cosas, así, en indeterminado total...

Me da igual. Tengo miles de textos aún inéditos esperando salir al escenario y agitar la mano. Los guardados, los que no están, y los que habré perdido. Todos ellos salen, al final. Anque sea reescrito o improvisado.

Hijos de la resiliencia

Sueñas con un mundo mejor. Sueñas con un futuro acogedor. Tienes los ojos puestos en algo indeterminado que puede ser que te defina como persona - concepto abstracto donde los haya -. Piensas "tengo que hacer esto" o "quiero ser aquéllo" o cualquier cosa que se te ocurra.

Y algo se rompe.
Vas a París para una tarea importante que se tuerce. Paseas la ciudad sin un euro encima.
Te adaptas.
Escribes.

En primera persona

Lo capto y acepto.
Adaptarse cuesta, pero cuanto más te rías, cuanto más agradezcas y te tomes la vida como una comedia mejor saldrá la jugada.
Y cuando llores, disfrútalo, porque eso es vida.
Vivir cada emoción es importante.

Carpe diem, y esos tópicos tan reales.

Simplemente escribo, me adapto, recito. El sábado, ya llegará. Llevar los mejores textos, y hacer una comedia en plena noche.

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