Decides. Decides. Decides.
Decisiones igual a resultados. Sean malos, sean buenos, en cada paso que das arriesgas algo - lo que sea -. Digamos que en ese momento, decides dejar de decidir por un tiempo y escuchar a las nuevas oportunidades de la vida.
No decides, mas no desistes. Solo descansas.
El verdadero camino para conocerse a sí mismo, a veces, es renunciar a todo lo que amas durante un tiempo.
No por miedo. No por cansancio.
No necesariamente tiene por qué ser negativo.
A veces, simplemente llega.
Nos han enseñado a ser útiles, máquinas de trabajo. Vivimos para trabajar y trabajamos para vivir, y nos meten el miedo en el cuerpo. Miedo a no tener una vida digna, una familia digna, una jubilación digna. Miedo a que nos juzguen, a morir de hambre.
Y no estoy diciendo que el trabajo no dignifique. Pero obsesionarse no es sano. Entusiasmarse demasiado significa que la caída será peor. Mantener la preocupación no es sano.
Y miras hacia atrás. Haces un recorrido hacia atrás a través de toda tu vida.
Flashback. Un intenso viaje hacia atrás. Eres perceptivo a todas las señales. No tienes prisa por llegar a ninguna conclusión.
Simplemente observa en calma.
Las prisas no son buenas. Terminas los estudios y debes decidir.
Decides. Decides. Decides.
Dicen que todos los días se aprende algo.
Pero hay aprendizajes que requieren años.
He aprendido que los altibajos no son nada buenos.
He aprendido a estar atento a los mensajes externos.
He aprendido que para ir bien encaminado hay que evita la prisa.
Que a veces hay que renunciar a lo que amas aunque sea doloroso.
Pero que no hay por qué arrepentirse, porque hagamos lo que hagamos...
Porque hagamos lo que hagamos, siempre estamos sembrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Críticas, sugerencias y palmaditas en la espalda aquí